Seminario sobre Salud Sexual y Reproductiva: Ley Dominga
La Unidad de Salud de la DAE a través del Programa “Vive UV Saludable” realizó el miércoles 10 de noviembre vía Zoom el primer seminario sobre Salud Sexual y Reproductiva, el cual se conversó y profundizó sobre la Ley Dominga que fue recientemente promulgada el 21 de septiembre del presente año, la que establece un estándar especial para el manejo clínico y el acompañamiento de madres y padres que han sufrido la muerte gestacional o perinatal de un hijo/a. Este seminario fue organizado por Débora Garrido y Cathia Orellana, ambas estudiantes de Trabajo Social UV, en compañía con la A.S Priscilla Flores Andrades -coordinadora del Programa- y otras profesionales del SEMDA UV, quienes expusieron sobre la Ley Dominga según sus diferentes perspectivas. En esta actividad se contó con aproximadamente 64 asistentes, quienes recibieron certificación por su asistencia.
La Ley Dominga emerge en honor a Dominga González Brito, quien falleció a las 36 semanas de gestación. Esta ley tiene por objetivo ayudar a quienes hayan sufrido una muerte gestacional o perinatal, también exige poder generar en las instituciones, tanto públicas o privadas, un protocolo para el acompañamiento profesional psico-emocional a quienes viven este proceso. Además del protocolo, también se realizan cambios en los permisos laborales, otorgando mayores días a los padres para enfrentar este duelo con la finalidad de que puedan recibir un acompañamiento emocional más activo por parte de los profesionales. Según las estudiantes Débora y Cathia “es una ley muy necesaria, ya que permite visibilizar el duelo que muchas veces es ignorado”.
Para iniciar, Valentina Aburto presentó la Ley Dominga mediante una perspectiva matronil, según Valentina en su experiencia laboral “la mayoría de las personas no tienen una sensibilidad con este tema y no consideran que una pérdida gestacional o el fallecimiento de un recién nacido sea tan importante, por lo que no se genera un trato que ayude tanto a la madre como al núcleo más cercano”. También explicó que la Ley Dominga no solo otorga permisos laborales por la muerte de un hijo/a, si no que también ante el fallecimiento del cónyuge o conviviente civil, como del padre o la madre del trabajador. La matrona además señala las tasas de mortalidad fetal y perinatal en Chile, comenta que estas últimas han presentado una mejoría debido a la mayor capacitación de los equipos de salud, del equipamiento clínico y los avances científicos de estos últimos años. Finalmente, Valentina Aburto señala la importancia de asegurar el cumplimiento del protocolo en la práctica, y que se entienda que “además de una obligación, se debe comprender el por qué se tiene que hacer” asegura la matrona. Es por lo mismo, que se enfatiza la importancia de sensibilizar al equipo de salud de estos temas para que ello no genere un daño más profundo para quienes padecen este duelo.
La segunda parte de este seminario estuvo a cargo de las psicólogas Cecilia Rajcevic y Carla Martínez, quienes explicaron la Ley Dominga a través de una mirada socioemocional. Ellas indicaron las razones del porqué se debe validar y reconocer este duelo, una de ellas es porque “a la sociedad le falta educación emocional… las personas arrancan de la tristeza porque les da miedo, ya que es algo que les trae incomodidad”, con ello explican que el duelo es un proceso natural que muchas personas no saben cómo acompañar o cómo vivirlo. Durante la presentación se describieron las etapas del duelo, y la importancia de usar las palabras de aliento adecuadas para que no generen más daños hacia las personas quienes sufren de esta pérdida, recalcando con ello la importancia de la empatía.
Durante este seminario se pudieron oír vivencias de personas quienes han sufrido la pérdida de un hijo/a y el arduo trabajo de aceptarlo. Se compartieron además algunas experiencias de estudiantes y de profesionales de la salud con respecto al mismo tema dentro de sus prácticas. Asimismo, los y las participantes presentaron algunas ideas que podrían contribuir a la mejor vivencia de este duelo, como por ejemplo, el evitar dejar a la madre en una sala de maternidad, dar la elección de cesárea o parto en caso de mortinato, y el de implementar el acompañamiento una vez que se notifica a la madre que su embarazo es de alto riesgo.
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